...
Amynia:
por cierto porque os perseguían los soldados?
Threldor:
veras Amynia, el príncipe quería que fuésemos sus guarda espaldas por un tiempo
i por tanto no salir del palacio durante ese tiempo, también quería volver a
obligarnos a enseñarle el vuelo, evidentemente ninguno de nuestro grupo quiso
hacer eso y intentamos huir de cualquier manera.
Amynia:
sois más?
Threldor:
si, dos más.
Amynia:
y porque os quiere a vosotros cuando seguro que tiene a más de mil soldados que
serán de los más bien entrenados.
Threldor:
si pero ninguno de ellos tiene el vuelo, eso es lo que quiere él.
Amynia:
pero si solo sería por un tiempo, ve, no quiero que corras ningún peligro.
Threldor:
sería más peligroso ir allí, una vez nos tenga no nos dejara ir.
Amynia:
supongo que en el fondo las familias reales son casi todas iguales, soy la
oveja negra.
Threldor:
tú eres la mejor Amynia, nunca cambies.
Amynia:
gracias.
''':
bueno yo mejor me voy a mi casa y os dejo un rato a solas.
Threldor:
está bien, nos vemos otro día.
Amynia:
ten cuidado.
''':
gracias.
'''
se fue y nos quedamos a solas Threldor y yo.
Threldor:
que te apetece hacer?
Amynia:
cualquier cosa mientras sea contigo.
Threldor:
ooh, te amo.
Amynia:
-Le dedique una pequeña sonrisa- y si vamos a visitar a mi amiga Elydia?
Threldor:
vale, aunque prefería algo a solas.
Amynia:
por favor, hace tiempo que no la veo.
Threldor:
está bien.
Entonces
cogimos nuestras cosas i nos cubrimos con las capas, nos dirigimos al lado de
la orilla del rio donde empezamos a volar por el cielo cogidos de nuestras
manos, Threldor con sus alas de fuego que son impresionantes parecen casi
indestructibles, y yo con alas de hielo que al contrario de Threldor las mías
parecen delicadas i muy finas, pero preciosas. Mientras estábamos volando muy
arriba para que nadie nos pudiera ver algo choco contra nosotros y por suerte
caímos en el bosque de la región de la tierra. Lo que nos golpeo fue una
persona, un miembro de la región del viento! Estaba herido su caída había sido
peor que la nuestra, por suerte yo solo me golpee en un brazo y Threldor se
arañó con unos arbustos que frenaron nuestra caída.
Amynia:
-estábamos observando ese chico- que hacemos?
Threldor:
yo paso de más problemas, dejémosle aquí.
Amynia:
estás loco? Míralo, está herido, debemos ayudarle, la región del aire nunca está
molestando a nadie, casi ni participo en la guerra, porque no debemos ayudarle,
es más, yo te salve la vida a ti y eres mi completo opuesto.
Threldor:
ya, pero los opuestos se atraen.
Le
dedique un cálida sonrisa, tenía razón. Después de eso cogimos al chico y
decidimos llevarlo a casa de Elydia, lo cubrimos con una capa negra que lleva
Threldor.
Al
llegar a casa de Elydia quedo algo sorprendida al ver que llevábamos algo tan
grande, entramos y tumbamos al chico en el suelo con cuidado.
Elydia:
que lleváis? -Dijo con miedo-.
Amynia:
tranquila, solo necesitamos tu ayuda -le quite la capa y quedo su rostro al
descubierto- chocó contra nosotros mientras veníamos aquí, se dio un buen golpe
al caer así que necesitamos tu ayudar para que lo cuides.
Elydia:
estás loca?! No voy a hacerlo.
Amynia:
-sorprendida- porque?
Elydia:
y si cuando despierte me quiere matar? I si alguien de la región lo descubre?
No solo lo mataran a él sino a mi también.
Amynia:
sabes, cuando yo encontré a Threldor también tenía miedo a todo eso pero no es
más importante por ayudarle? Él chico es de la región del aire no creo que vaya
a hacerte daño. Solo cuídalo mientras este herido, si luego decide marcharse al
menos lo habrás ayudado.
Elydia:
no se...
Threldor:
míranos, nosotros nunca creímos que eso terminara de esta forma.
Elydia:
que forma?
Amynia:
emm... Veras, es que, estamos saliendo.
Elydia:
cómo?! Dijisteis que solo erais amigos.
Threldor:
si, bueno, no podía ocultarlo más aún que quisiera, nos amamos.
Elydia:
eso es precioso! Pero y tus padres Amynia?
Amynia:
no deben saber nada, incluso jure casarme con ese horrible chico para poder
ocultar nuestro amor.
Elydia:
supongo que es una situación muy complicada.
Amynia:
bastante.
Despues
volvimos al caso del chico que estaba herido.
Elydia:
donde está herido?
Threldor:
dejadme que lo mire y te digo lo que debes hacer.
Elydia:
vale.
Threldor
examino a ese chico, aún tenía las alas extendidas, unas plumas largas i
blancas. La mayoría de los miembros de la región del aire consiguen la habilidad
del vuelo desde muy pequeños, y son muy hábiles con ella, son capaces de volar
a alturas donde para las otras regiones es prácticamente imposible llegar. Su
color de piel suele ser pálido, aunque no tan pálido como los que somos del
agua.
Después
que Threldor examinase el chico le dio algunas pociones para que Elydia pudiese
cuidarlo y curarle las heridas.
Threldor:
bueno creo que deberíamos irnos.
Amynia:
ya tan pronto?
Threldor:
si, no quiero que vuelvan a castigarte.
Amynia:
está bien…
Elydia:
volved pronto por favor, os echo de menos y no tengo a nadie, bueno tú ya lo
sabes Amynia.
Amynia:
si tranquila, vendremos pronto para ver como habrá ido cuidándole.
Elydia:
gracias –dijo con una sonrisa-.
Elydia
era muy buena con las personas siempre que alguien necesitaba ayuda ella iba
enseguida, aunque desde que murieron sus padres tiene miedo de hacerlo porque
no quiere que nadie le haga daño, aun así sé que puedo contar con ella con eso.
Threldor
y yo nos fuimos, volamos juntos y me llevo hasta el bosque, nos despedimos un
beso maravilloso y volví a casa, por suerte nadie pregunto dónde había estado,
aunque no sé si es algo bueno o malo, a veces el silencio asusta.