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viernes, 27 de febrero de 2015

Capitulo 4 - Nocturnos

Unos seis guardianes se acercaron a nosotros al ver esa escena con todos esos vampiros.
Neko: Edgar! -Se agacho a mi e intentaba ponerme de pie, estaba asustado- Llevadlo a casa! -Ordeno a los guardianes-.
Uno de ellos me cogió y con algunas  dificultades.
Drake: no hace falta te lo lleves, va a morir igual que todos vosotros -dijo con una sonrisa con malicia-.
Neko: no tienes suficientes tierras?! Vete!
Drake: mm.. Resulta que aparte hace un tiempo que no pruebo sangre humana -dice mientras se acercaba poco a poco hasta Neko- ¿quieres ser el primero? -Sonríe-.
Neko le lanzó un hechizo que dificultosamente esa bestia pudo esquivar. El guardián que me había cogido me llevo hasta la puerta de mi casa donde llamo varias veces. Maldita sea Arwen, rápido, abre!
La puerta se abre, noto el miedo de Arwen y después el horror en sus ojos al verme.
Arwen: Edgar... -Dijo temblando-.
Guardián: cuidado y que no salga, es muy peligroso.
Al advertirle eso a mi hermana me dejo a mi sentado y se fue corriendo.
Arwen: Edgar, que ha pasado? I Neko? -Muy preocupada-.
Edgar: ponte tranquila, si? Hay un ejército de vampiros de un vampiro noble fuera, me ha paralizado el cuerpo, casi no puedo moverme.
-Narra Arwen-
Unas lágrimas cayeron por mi mejilla, no pude contenerlas viendo a mi hermano en esas condiciones. Debo ser fuerte, quiero dejar de ser débil, quiero poder cuidar de mi hermano cuando él lo necesita. Lo primero que hice fue poner un mueble delante de la puerta para prevenir que entre algún vampiro, después cogí una toalla mojada para disminuir el dolor a Edgar. Unos minutos después empiezan a dar golpes a la puerta, algunos intentaba entrar por las ventanas.
Edgar: Arwen, recuerdas los trucos que te enseñe?
Arwen: si.
Edgar: no tengas miedo a usarlos.
Asentí aun que estaba temblando, en cualquier momento entrarían. Se oían algunos gritos de unas mujeres fuera, ya habían entrado en algunas casas. En pocos segundos el mueble se cae y la puerta se abre. Empiezan a entrar algunos vampiros, hacía tiempo que no veía ninguno y me aterrorizan, me viene el recuerdo de la muerte de mis padres, tengo miedo. Edgar intenta moverse para defenderme pero no puede ni levantarse, todo está en mis manos, debo protegerle. Recuerdo cada detalle de cuando me enseñó cómo utilizar los hechizos, entonces intento con el más sencillo. Lo hago si se lo lanzo a un vampiro que se había quedado a poca distancia de mi. Lo consiguió y veo como la bestia se desintegra delante de mis ojos. Observó la cara de satisfacción de Edgar y entonces intento detener a otros vampiros, pero son demasiados y los hechizos que aprendí no son suficientes, sin darme cuenta tengo a un vampiro cogiéndome por la cintura, era asqueroso y olía a sangre. Al ver eso Edgar se levanta con todas sus fuerzas para intentar detenerlos pero enseguida cae al suelo. Oigo como grita mi nombre y yo también le llamo, tengo miedo, intento escapar de sus garras pero no soy tan fuerte como ellos, es imposible. Al salir a la calle veo como los guardianes intentan acabar con ellos pero algunos ya están muy mal heridos, cogen a otra mujer a la fuerza y observo como matan a su marido que intentaba salvarla. Algunas lágrimas empiezan a deslizarse por mi mejilla. Entonces veo como un pájaro enorme pasa muy rápidamente por encima del pueblo, luego da la vuelta y baja en medio de la calle. Espera, no era un pájaro, sin duda era un ángel caído. Tiene unas alas enormes con unas plumas de un negro intenso, pero su cuerpo es humano, lleva una túnica negra rota, habría luchando con varios vampiros y tenía un corte en la tela que dejaba un poco al descubierto su pecho. Algunos de los vampiros que se encontraban cerca de él huían corriendo. Los tres vampiros que me habían cogido aceleraron su paso hasta llevarme delante del vampiro noble o al menos supuse que era él ya que vestía más elegante. Detrás del vampiro había el cuerpo de dos mujeres, las conocía era unas amigas, al verlas muertas en el suelo detrás de la bestia me entró más pánico en el cuerpo y los ojos se me inundaban cada vez más de lágrimas. El vampiro noble se acerco a mí y los tres vampiros que me habían llevado se largaron, él me cogió por un brazo y me acerco más a su cuerpo. Tenía los labios llenos de sangre y sus colmillos sobresalían por encima de su labio inferior.
Drake: mm... Eres preciosa -me acarició la mejilla mientras todo mi cuerpo temblaba- tu sangre debe de ser deliciosa -susurro- tu vas a venirte conmigo. Cogedla!
Mando a dos vampiros que estaban haciendo de guardaespaldas. Entonces me ataron las manos mientras yo lo intentaba impedir con todas mis fuerzas pero era inútil. Me ataron y me dejaron al suelo y los dos guardaespaldas me protegían para que nadie pudiese salvarme. Hasta que apareció el ángel caído.
Armaros: Drake! Suéltala.
Drake: vaya, pero si ha venido mi queridísimo amigo Armaros-dijo burlándose-.
Armaros: sabes que está prohibido atacar estas tierras. Márchate!
Drake: estoy harto de tus ordenes! Hace meses que no pruebo ni una gota de sangre!
Armaros: ellos no tienen la culpa, déjalos!
Drake: como ya te dije, no pienso hacerte caso.
Armaros: entonces solo entrégame -dijo señalado-.
Drake: para que ibas a quererla? Una simple chica de pueblo.
Armaros: no me cabrees más Drake! -Bastante enfadado-.
¡¿Pero qué está pasando?! ¿Quién es este ángel caído "Armaros"? ¿De qué me conoce? ¿Por que intenta salvarme? ¿Qué pasa con Drake? ¿Por qué me cogió a mi? Me hago tantas preguntas que aun empiezo a sentirme más mal. Drake se acerco a mí, se agacho , tomo mi brazo y me clavo una de sus garras haciéndome un pequeño corte del cual empezó a salir mi sangre. Empecé a llorar ya no podía controlar mis lagrimas y encima la herida dolía bastante. Drake cogió algunas gotas de sangre con su dedo, se levanto y se las paso por la boca empezando a saborearlas.
Drake: deliciosa -contesto con una sonrisa malvada mirando a Armaros que estaba lleno de rabia-.
Armaros no añadió ni una palabra más, lanzo un hechizo al vampiro pero lo pudo esquivar y este seguía borlándose de él. Armaros extendió sus alas de plumas negras y dio un salto encima del vampiro pero este le dio una descarga eléctrica la cual hizo que cayera al suelo.
Drake: todo esto por una simple chica -dijo riéndose- Armaros sabes que no vas a poder conmigo.
Armaros volvió a levantarse algo dolorido, lanzo otro hechizo pero el vampiro noble lo esquivo con tranquilidad.
Drake: esto me aburre -burlándose-.

Drake mando a uno de sus guardaespaldas que me llevara no sé donde porque no pude entenderlo bien y que luego el vendría. Al otro guardaespaldas le pidió que le llevara todas las mujeres para poder beber su sangre. Así que el vampiro que Drake había ordenado me cogió aun que yo intentaba escaparme, me subió a un caballo negro y el empezó a montar hasta alejarnos mucho del pueblo y mis lagrimas no pararon de caer ni un solo momento. Edgar... ¿estará vivo?

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